El sitio oficial de The New York Time USA realizo un interesante articulo en su sitio web, aquĆ el reportaje completo traducido al espaƱol por The New York Time EspaƱa.
Aquellas imĆ”genes perturbadoras parecen ya tan lejanas: la estrella del pop convertida en moraleja de los tabloides… con la cabeza rapada, el rostro enojado y una sombrilla con la cual golpeaba la ventana de la camioneta de un paparazzi.
MƔs de ocho aƱos despuƩs de su crisis, Britney Spears, de 34 aƱos, parece estar progresando.
En septiembre pasado, anunciĆ³ un acuerdo de 35 millones de dĆ³lares para extender su residencia en Planet Hollywood Resort & Casino por dos aƱos mĆ”s. Forbes la nombrĆ³ la quinta mujer mejor pagada en la industria de la mĆŗsica en 2015; superĆ³ a celebridades como Rihanna y Nicki Minaj. AdemĆ”s, se ha dedicado a grabar su noveno Ć”lbum de estudio, cuyo lanzamiento se espera para este aƱo.
Como invitada en programas de televisiĆ³n y con una cuenta de Instagram muy popular y a menudo excĆ©ntrica —en ella muestra su abdomen esculpido y a sus adorables hijos—, Spears luce como una celebridad que ha superado obstĆ”culos difĆciles para obtener una segunda oportunidad.
“Estoy en una muy buena etapa de mi vida”, le dijo Spears a la revista People el aƱo pasado, en una entrevista. “Soy mĆ”s feliz que nunca”.
El equipo de Spears la presenta en el escenario como alguien en control y, tras bastidores, como la mente maestra de su espectĆ”culo, una artista en su mejor momento. Pero esa imagen parece contradecir las conclusiones de un tribunal de Los Ćngeles sobre ella, donde una enfermedad mental sin revelarse y el abuso de sustancias llevaron a su familia a intervenir en 2008.
Desde entonces, una tutela aprobada por un tribunal ha controlado la vida de Spears; la tutela se conoce en otros estados como custodia, y estƔ diseƱada para personas que no pueden cuidarse solas.
De acuerdo con el arreglo –que tĆpicamente se utiliza para proteger a los ancianos, los deficientes mentales o quienes estĆ”n muy enfermos–, Spears no puede tomar decisiones importantes ni personales ni financieras sin la aprobaciĆ³n de sus tutores: su padre, Jamie Spears, y un abogado, Andrew M. Wallet. Sus compras mĆ”s mundanas, desde una bebida en Starbucks hasta una canciĆ³n en iTunes, se rastrean en los documentos del tribunal como parte del plan para resguardar la gran fortuna que se ha ganado pero no puede controlar.
Aunque se considera que los tutores ayudaron a rescatar la carrera de Spears —y su vida—, su estabilidad aparente y su Ć©xito podrĆan desmentir la necesidad de las restricciones actuales.
¿Acaso las restricciones bajo las que vive podrĆan empezar a ser mĆ”s laxas?
Ni los tutores ni sus representantes o abogados hablan sobre su estatus, y Spears no respondiĆ³ a las peticiones que le hicimos para entrevistarla.
Aunque desde lejos no es posible obtener un panorama preciso del estado mental de una persona, los amigos y antiguos socios de Spears dijeron en entrevista que, para ella, la tutela se ha convertido en algo con lo que ha aprendido a vivir… no una jaula, sino una burbuja protectora que le permite ocuparse de sus verdaderas pasiones: la mĆŗsica y sus hijos.
“Si conocieran a la Britney de verdad, sabrĆan que preferirĆa ser recordada como una gran madre y no como una artista”, dijo David Lucado, un exnovio con el que Spears terminĆ³ en 2014 por una supuesta infidelidad, algo que Lucado niega. “Y si vieran cĆ³mo convive con sus hijos, sabrĆan que Britney no necesita estar bajo tutela para controlar su vida privada”.
En Ćŗltima instancia, algunas de las personas que ayudarĆan a decidir si es pertinente finalizar la tutela son los tutores y los doctores que ahora se encargan de supervisarla; muchos de ellos reciben dinero de Spears como pago por sus servicios.
UlustraciĆ³n por: Gordon Magnin |
Un investigador del tribunal asignado a su caso mide el progreso y el estatus de Spears; Ʃl se encarga de llenar informes acerca de su progreso cada dos aƱos.
Si Spears pidiera que la liberaran de la tutela, su caso probablemente lo dirigirĆa el hombre que el tribunal asignĆ³ para ser su defensor principal, el abogado Samuel D. Ingham III. El papel de Ingham consiste, entre otras cosas, en asegurarse de que los tutores no saqueen las ganancias de Spears, abusen del poder que tienen o restrinjan la libertad de la cantante de manera inapropiada.
A Ingham le han dado mĆ”s de 2 millones de dĆ³lares en honorarios por su trabajo en representaciĆ³n de Spears desde 2008. AdemĆ”s, los tutores y otros abogados que han ayudado a manejar los asuntos de Spears bajo el arreglo actual han recibido 6,9 millones de dĆ³lares. Spears jamĆ”s ha cuestionado en pĆŗblico ninguno de estos pagos, pero quienes critican el proceso sĆ lo han hecho.
“Mientras ella aporte todo ese dinero y mientras se pague a los abogados y los tutores, no hay incentivo alguno para terminar con la tutela”, dijo Elaine Renoire, presidenta de la National Association to Stop Guardian Abuse, un grupo de defensa. “Generalmente, la tutela continĆŗa a menos que el tutelado o la familia protesten”.
II: La crisis, los tabloides y la tutela de 2008
Nadie dudĆ³ que Spears necesitaba ayuda a principios de 2008: el 30 de enero, su psiquiatra pidiĆ³ ayuda por telĆ©fono, y cuando la ambulancia abandonĆ³ la casa de la cantante en Los Ćngeles, iba detrĆ”s de un sĆ©quito gigantesco de patrullas.
Durante dĆas, Spears se habĆa comportado de manera extraƱa: hablaba con acento britĆ”nico y conducĆa a velocidades vertiginosas. Pero en ese momento estaba amarrada a una camilla que iba camino al UCLA Medical Center. HabĆa helicĆ³pteros que sobrevolaban la escena. Era la segunda vez en menos de un mes que habĆan llevado a Spears en ambulancia a un hospital para que le realizaran una evaluaciĆ³n psiquiĆ”trica de emergencia.
Quien hubiera visto todo ese dĆa no habrĆa reconocido a Spears como el fenĆ³meno musical que una dĆ©cada antes: a los 17 aƱos, habĆa posado en ropa interior para la portada de la revista Rolling Stone; dominĆ³ las listas de popularidad con Ć©xitos como “…Baby One More Time”, y sus primeros cuatro Ć”lbumes vendieron un total de 30 millones de copias.
Pero al igual que las estrellas infantiles que la antecedieron, Spears se enfrentĆ³ a las presiones que llegan con la fama y la riqueza. Su vida personal no ayudĆ³ en nada. En 2002, terminĆ³ su relaciĆ³n con Justin Timberlake. En enero de 2004, se casĆ³ en Las Vegas con un amigo de Luisiana que conocĆa desde niƱa… el matrimonio durĆ³ 55 horas.
Nueve meses despuĆ©s, se casĆ³ de nuevo, esta vez con Kevin Federline, quien trabajaba como bailarĆn de apoyo. Pero dos aƱos mĆ”s tarde, despuĆ©s del nacimiento de su segundo hijo, solicitĆ³ el divorcio en noviembre de 2006.
Los problemas de alcohol y drogas aceleraron su declive. En 2007, Spears entrĆ³ a rehabilitaciĆ³n dos veces, pero en ambas ocasiones saliĆ³ antes de tiempo. El abuso de sustancias serĆa un factor en su contra al pelear la custodia de sus hijos. La idea de perder contacto con ellos la atormentaba, segĆŗn socios de la cantante. DespuĆ©s de que le informaran que habĆa perdido la custodia en octubre de 2007, pasĆ³ una noche en un estacionamiento, segĆŗn documentos del tribunal. (DespuĆ©s logrĆ³ llegar a un acuerdo con Federline sobre la custodia de sus hijos).
“Era evidente que no podĆa estar al mando de la situaciĆ³n”, dijo Peter Katsis, quien fue parte de su equipo de representantes en 2007. “Le resultĆ³ abrumador convertirse en una mujer adulta”.
JamĆ”s se ha revelado pĆŗblicamente quĆ© tipo de condiciĆ³n mental aflige a Spears. Sin embargo, el trastorno pareciĆ³ apoderarse de ella por completo en 2008. A pesar de estar divorciados, los padres de Spears estaban preocupados por ella y decidieron que su hija estaba en crisis.
Su padre, quien fue soldador, cocinero, obrero petrolero y alcohĆ³lico en recuperaciĆ³n, habĆa sometido durante aƱos a su familia a “maltrato verbal, abandono” y “comportamiento errĆ”tico” como resultado de su adicciĆ³n al alcohol, escribiĆ³ Lynne Spears, la madre de Britney, en su libro de 2008, “Through the Storm: A Real Story of Fame and Family in a Tabloid World”.
Pero sus padres entablaron un nuevo tipo de relaciĆ³n despuĆ©s de que Ć©l dejĆ³ la bebida. Fue entonces cuando intervinieron en la situaciĆ³n de su hija.
DespuĆ©s de pasar dĆas de ayuno y oraciĆ³n, dijo la madre de Spears, su padre Jamie pidiĆ³ al tribunal que establecieran una tutela temporal que le darĆa un amplio control sobre el tratamiento, las visitas, la seguridad y la vida diaria de su hija. El primero de febrero de 2008, mientras Spears aĆŗn se encontraba en el hospital, la jueza Reva G. Goetz aprobĆ³ la peticiĆ³n del padre de Spears.
“Me estremecĆa al pensar en toda la desesperaciĆ³n que debĆamos enfrentar para hacernos cargo de nuestra hija de nuevo”, escribiĆ³ la madre de Spears.
Al principio, Spears considerĆ³ confrontar el arreglo, de acuerdo con Adam Streisand, uno de los dos abogados con los que hablĆ³ entonces. SegĆŗn Streisand, la cantante no se sentĆa cĆ³moda con que su padre fuera custodio de sus finanzas.
“Me quedĆ³ claro que parecĆa estar un poco agitada”, dijo Streisand. “Pero me dio la impresiĆ³n de que era capaz de elegir un abogado y de que tomarĆa una decisiĆ³n racional”.
Sin embargo, el juez dijo que la cantante no era capaz de contratar a sus propios asesores y citĆ³ una evaluaciĆ³n mĆ©dica reciente. Streisand dijo que respetĆ³ la opiniĆ³n del doctor y se alejĆ³.
“Britney querĆa oponerse a la tutela, pero tambiĆ©n estaba muy preocupada por sus hijos y parecĆa entender que aceptarla era lo mejor para poder verlos”.
Para finales de 2008, la tutela se habĆa establecido de manera permanente. En marzo de 2009, Spears estaba de gira otra vez.
Desde entonces, Spears ha hablado muy poco acerca del arreglo.
III: El sistema de tutelas y Spears, una cliente inusual
El sistema de tutela de California normalmente protege a los ancianos y los enfermos. Britney Spears no es la cliente tĆpica de esta figura legal.
Dicho sistema ha resultado problemĆ”tico durante dĆ©cadas en California, por lo que se ha reformado en aƱos recientes para proteger aĆŗn mĆ”s a los ancianos y los enfermos, que son a quienes por lo general se les impone la tutela.
Spears difĆcilmente cumple con esa descripciĆ³n pero, en su caso, este sistema opera de la misma forma en que lo hace con otras personas.
Los jueces en California pueden asignar dos clases de tutores: unos responsables por la salud mental y fĆsica de una persona, y otros que estĆ”n a cargo de sus finanzas.
Spears tiene ambos.
Su padre, de 63 aƱos, es responsable por su bienestar fĆsico —se asegura de que tome su medicina, por ejemplo— y gestiona su fortuna. Comparte la supervisiĆ³n financiera con Wallet, quien se especializa en tutelas y el derecho sucesorio.
El padre de Spears recibe cerca de 130.000 dĆ³lares al aƱo como tutor y tambiĆ©n se le rembolsa la renta de una oficina que utiliza. El juez revisa y aprueba sus cuentas. Solo ha pedido aumentos modestos a los largo de los aƱos, aunque tambiĆ©n solicitĆ³ el 1,5 por ciento de los ingresos brutos de las presentaciones y la mercancĆa relacionada con el show de Spears en Las Vegas. El tribunal, Spears y el abogado designado por el tribunal firmaron el acuerdo.
Durante un tiempo en 2012, Jason Trawick, quien entonces era novio de la cantante, tambiĆ©n fungiĆ³ como cotutor para su bienestar personal.
Como tutor, de acuerdo con su expediente en el tribunal, el trabajo del padre de Spears ha incluido “la supervisiĆ³n y la coordinaciĆ³n de los asuntos personales, domĆ©sticos, legales, de negocios y vestuario (relacionados con el entretenimiento, la mĆŗsica y otras oportunidades de negocio, problemas legales familiares, litigaciĆ³n, juicio y resoluciĆ³n de otras disputas, asĆ como los asuntos de litigaciĆ³n y tutela en curso)”.
TambiĆ©n estĆ” a cargo de las oportunidades de negocio, como su papel de jueza en “The X Factor” en 2012, al igual que entrevistas y patrocinios, e incluso el mantenimiento de vehĆculos y los arreglos de la custodia de sus hijos.
Spears y sus abogados tambiĆ©n han mantenido a raya a cualquiera que consideren una amenaza a la estabilidad de Spears, incluyendo un antiguo representante de negocios, un exnovio y un abogado que alguna vez buscĆ³ intervenir en su caso; todos ellos deben cumplir con Ć³rdenes de restricciĆ³n.
En 2009, despuĆ©s de que un sitio de fanĆ”ticos de Spears, BreatheHeavy.com, comenzĆ³ una campaƱa llamada “Liberen a Britney” para criticar la tutela, su propietario, Jordan Miller, dijo haber recibido una llamada iracunda por parte del padre de Spears, quien amenazĆ³ con dar de baja el sitio web.
Hoy en dĆa, Miller dice que entiende todas las medidas que su familia debiĆ³ tomar.
“De verdad, fue una situaciĆ³n volĆ”til y ellos estaban tratando de protegerla”, comentĆ³.
Ingham, el abogado de Spears que asignĆ³ el tribunal, monitorea el trabajo de los tutores.
Aunque el honorario mĆ”ximo que tĆpicamente se cobra es de 250 dĆ³lares la hora, la jueza Goetz le otorgĆ³ a Ingham un mĆ”ximo de 475 dĆ³lares la hora por representar a Spears, pues citĆ³ una excepciĆ³n en las reglas del tribunal que permite pagos mĆ”s altos “en casos que involucran problemas inusuales que requieren una pericia extraordinaria”.
Ingham, quien se describe como un abogado con experiencia en casos de tutela de alto perfil, dijo al tribunal que generalmente cobra 595 dĆ³lares la hora.
IV: QuƩ sigue para Britney
Las reglas para conocer a Britney son estrictas. Nada de selfies. Nada de autĆ³grafos. Nada de invadir su espacio personal.
“Britney es muy tĆmida”, dijo el aƱo pasado Felicia Culotta, la coordinadora VIP. “SĆ© que les parece difĆcil de creer porque se sube al escenario y se convierte en una superestrella. Pero en realidad es muy tĆmida”.
“Britney percibe la energĆa de las personas”, agregĆ³ Culotta. “Si te acercas con miedo, ella estarĆ” asustada de ti. AsĆ que no te asustes. Ella es una persona comĆŗn y corriente”.
La rutina y la regularidad de su residencia en Las Vegas —generalmente tres presentaciones a la semana durante seis semanas para despuĆ©s tener seis semanas de descanso— son adecuadas para una madre de dos niƱos que quiere evitar la fatiga de una gira mundial.
Durante los 90 minutos que pasa arriba del escenario, Spears presenta cerca de 24 Ʃxitos en un espectƔculo que incluye bailarines, pirotecnia y lluvias de confeti. Cambia de atuendo varias veces. En un momento del show, salta con un arnƩs desde un Ɣrbol de 10 metros de altura.
Pero el espectĆ”culo no muestra a la Britney de antes. Alguna vez fue una bailarina fluida y natural, pero ahora Spears luce rĆgida, incluso robĆ³tica, y depende de escenarios vistosos y coreografĆas sencillas. Su voz estĆ” pregrabada en la mayorĆa de las canciones, y el sonido puede llegar a fallar. Parece que estĆ” cumpliendo con un trabajo, pero se trata de un buen trabajo, y el show indiscutiblemente es un Ć©xito: a menudo se venden todos los boletos del Axis, el auditorio mĆ”s grande de la Strip de Las Vegas.
Spears divide su tiempo entre Las Vegas y Los Ćngeles, donde sus hijos van a la escuela, y a menudo toma un vuelo de una hora para ir y venir despuĆ©s de una presentaciĆ³n entre semana.
A menudo, ella y sus hijos pasean en Las Vegas: en la piscina de Planet Hollywood o en Sonic Drive-In, cerca de la Strip. (El lugar de comida rĆ”pida era uno de los principales restaurantes de Kentwood, Luisiana, el pequeƱo pueblo donde Spears creciĆ³).
AdemĆ”s de la residencia en Las Vegas, se espera que el noveno Ć”lbum de Spears, el primero que lanza desde 2013, salga a la venta este verano. Durante meses, la artista ha insinuado que estĆ” haciendo mĆŗsica nueva y ha pasado tiempo en el estudio con compositores populares. El primer sencillo, titulado “Make Me (Oooh)”, saldrĆa este mes. Lo ha promovido en redes con fotos que la muestran como una sensual estrella del pop que de nuevo estĆ” en su mejor momento.
“Honestamente, estoy siendo muy exigente con este Ć”lbum”, le dijo a la revista V. “Es como mi hijo, asĆ que quiero hacerlo como se debe”.
Hoy en dĆa la mĆŗsica es solo una parte del negocio de ser Britney Spears. Los tutores supervisan mĆ”s de una docena de negocios, incluyendo exitosas colecciones de lencerĆa y perfumes.
A veces Spears y sus negocios reciben demandas.
Cuando una compaƱĆa, Brand Sense Partners, demandĆ³ a Spears en 2011, en una disputa sobre un acuerdo de licencias para una de sus fragancias, el abogado de la compaƱĆa, Geoffrey A. Neri, argumentĆ³ que la cantante debĆa ser capaz de testificar. SeƱalĆ³ en documentos de la corte que ella cuida a sus hijos, lleva a cabo numerosas apariciones en pĆŗblico y en ese momento se encontraba en una gira mundial de 79 conciertos.
“Se dice que Britney Spears no es capaz de testificar bajo juramento debido a su estado mental o emocional, pero esa idea es una farsa”.
Sin embargo, en ese y otros dos casos, la jueza Goetz determinĆ³ que la cantante se encontraba en un estado mental demasiado frĆ”gil para testificar. La jueza, quien ahora estĆ” retirada, rechazĆ³ una peticiĆ³n para entrevistarla; desde entonces el caso fue transferido a otro juez.
Pero a principios de mayo, despuĆ©s de aƱos de afirmar que la cantante era demasiado vulnerable para ser interrogada, sus tutores permitieron que Spears declarara en el caso de una demanda que levantĆ³ Sam Lufti contra ella y su padre. Lufti trabajĆ³ con ella durante su crisis emocional y sostiene que Spears le debe dinero; asegura que tuvo un acuerdo verbal en 2007 para fungir como su representante y que, ademĆ”s, su padre lo atacĆ³.
Aunque sus tutores intentaron separar a Spears y Lufti durante su testimonio; en documentos del tribunal, argumentaron que su presencia en el mismo salĆ³n de conferencias representaba un gran riesgo para el bienestar de Spears, ambas partes estuvieron presentes durante su declaraciĆ³n, que durĆ³ cerca de cuatro horas.
Spears, con un saco color magenta y un collar de perlas, testificĆ³ sin incidentes ante Lufti, e incluso comiĆ³ una galleta durante un momento de calma.
Poco despuĆ©s, volviĆ³ a publicar una foto en Instagram con un mensaje que decĆa: “Toda la energĆa es contagiosa”. Sus fanĆ”ticos, que parecĆan estar al tanto de su conflicto legal, inundaron la publicaciĆ³n con cientos de comentarios de apoyo.
“Has vivido un infierno pero siempre has perseverado”, escribiĆ³ uno. “Tienes esto bajo control”.
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