Fue una estrella del pop, probablemente la última de un tipo de estrella que ya no existe. Pero hoy es otra cosa aún mayor: una leyenda con solo 35 años, alguien que fue al infierno, volvió y se convirtió en una performer de sí misma: canta sobre una base de playback, imita sus propias coreografías y no da entrevistas que se salgan de un guión milimétricamente pactado. Y la gente paga cientos de dólares para verla, porque no están viendo a una cantante sino a un tótem de la cultura popular del siglo XXI. Tras cuatro años con una residencia en Las Vegas –esa actividad pensada para artistas en su ocaso profesional y no para treintañeros–, Britney comenzará su primer tour mundial en seis años, llevando su show Piece of me desde Las Vegas a Europa y Asia.
Esa es una excusa tan buena como cualquier otra para poner casi 20 años de carrera musical en perspectiva. Estas son las canciones que sonaban mientras llegábamos a este momento de nuestras vidas.
38. I LOVE ROCK & ROLL
En una escena de Crossroads, Britney consigue poner en pie a todo el público de un karaoke entonando esta versión del clásico de Joan Jett. Pero era difícil emular el entusiasmo de esos actores profesionales cuando esa misma versión, con sus guitarras enlatadas y los efectos de scratching más gratuitos de la historia, aparecía a la mitad de su tercer disco. Te queremos Britney, pero no tanto.
37. FROM THE BOTTOM OF MY BROKEN HEART
Con sus 5:13 minutos esta es la canción más larga que Britney ha publicado nunca, y tal vez por eso se hace tan difícil de aguantar. Esta balada ñoña e inofensiva consiguió volverse interesante durante unos días cuando se descubrió que el director de su acaramelado videoclip venía de dirigir varios títulos de cine para adultos. Y solo esto la salva del último puesto.
36. I’M NOT A GIRL, NOT YET A WOMAN
Dido Florian Cloud de Bounevialle O'Malley Armstrong, más conocida como Dido, se hizo mundialmente famosa en la primera década de los 2000 por sus canciones delicadas, emocionantes y de corte adulto. El hecho de que cuando le encargaron una para Spears entregara esta balada genérica y sacarinada deja claro que no debía de tener un gran concepto de la pobre Britney.
35. OOH LA LA
Hubo que contratar a una letrista extra con la única tarea de rebajar la carga sexual de esta canción cuando se decidió que sería el tema principal de la nueva película de Los pitufos. En el vídeo vemos a Britney en el cine con sus dos hijos, que reaccionan con risas y evidente jolgorio cuando a su madre le cae un rayo y es transportada al interior de la pantalla. Melodía y letra pecan de simplonas e infantiles incluso para los estándares de Britney, pero sin duda el gran fallo de esta canción es que en ningún momento llega a pitufar del todo.
34. SOMETIMES
La imagen de Spears como colegiala sexy había quedado grabada en las retinas de medio planeta y ahora tocaba despejar dudas: vestida de blanco virginal, con top de cuello alto y formando corazones junto a sus bailarines en la playa, el objetivo principal de este segundo single era no ofender a absolutamente nadie. Y lo consiguió, convirtiéndose en un éxito en todo el planeta del que hoy casi nadie se acuerda.
33. PRETTY GIRLS (FEAT. IGGY AZALEA)
En plena fiebre postfeminista Britney va y lanza esta oda a ser rubia y hacerse la tonta. Ella sobre esto podría impartir un máster en Princeton, pero el público no pareció pillar el chiste. El hecho de contar con la rapera más odiada del mundo como partenaire tampoco ayudó.
32. HOLD IT AGAINST ME
Hoy casi nadie recuerda qué es lo que vio en esta canción de ritmo machacón y melodía dudosa, pero en su día introdujo el (agh) dubstep en las listas de éxitos y le dio a Britney su cuarto y último número 1 en EE UU hasta el momento.
31. CRIMINAL
Todas las canciones de Britney hablan en realidad de ella misma, y este tema sobre una chica que no puede evitar enamorarse siempre del tío más capullo del lugar no es una excepción. El hombre tatuado que interpreta a su amante en el vídeo era su prometido y representante por entonces, y fue destituido de ambos cargos poco tiempo después.
30. MAKE ME… (FEAT. G-EAZY)
Tras el batacazo de Britney Jean, que llegó tarde y mal a la fiebre del pop electrónico, este medio tiempo de corte ambiental y ecos tropicales se adaptaba perfectamente al sonido de 2016. Tal vez demasiado, con una Britney que no sonaba a Britney y un inquietante rapero australiano que aún no tenemos muy claro quién era ni qué hacía ahí.
29. 3
Britney consiguió con esta invitación al sexo en grupo, trufada de gemidos de placer sobre una base de electropop industrial, su tercer número 1 en EE UU, dejando claro que no hay país más impredecible a la hora de escandalizarse.
28. SLUMBER PARTY (FEAT. TINASHE)
Lo que Britney entiende por una fiesta del pijama está más cerca de la orgía de Eyes Wide Shut que de una noche de pizza y Pictionary, y en esta ocasión invita a Tinashe a una de las mansiones decadentes plagadas de bailarines medio en pelotas que son ya un clásico en su videografía. La cadencia reggae de este medio tiempo sensual no caló en el público pero le valió a Britney para encontrar novio nuevo, con lo que entendemos que el tinglado le mereció la pena.
27. IF U SEEK AMY
Las canciones de Britney siempre han sido bastante torpes a la hora de tratar de disimular, mediante metáforas y dobles sentidos, que en realidad hablan de sexo. Pero nunca tanto como este título (que leído deprisa deletrea F.U.C.K ME) con el que Britney logró colarse las mismas cadenas de radio que vetaban a la mayoría de raperos por mucho menos y que supuso un feliz reencuentro con Max Martin tras varios años cada uno a lo suyo.
26. LUCKY
Escuchada hoy, esta historia sobre una estrella que lo tenía absolutamente todo pero aun así lloraba por las noches en su habitación suena a premonición y provoca cierta incomodidad. La producción estilo Disney no ha resistido el paso del tiempo, pero ese estribillo y esa subida de medio tono al final sigue funcionando si tenemos el día tonto.
25. DO SOMETHIN’
A Britney le gustaba tanto esta canción que forzó a su discográfica a publicarla como single e incluso se encargó de dirigir el vídeo ella misma. No estaba nada mal, y la imagen del Hummer rosa con el interior forrado de Louis Vuitton es la perfecta definición gráfica de lo que fue el año 2004.
24. RADAR
El caso de esta canción es extraño: por motivos legales y de royalties aparecía tanto en el quinto como en el sexto disco de Spears y acabó siendo single casi dos años después de haberse publicado por primera vez. Esto explicaría la tibia acogida que tuvo, pero no ese vídeoclip de lujo y romance en el mundo de la hípica que parece un sueño húmedo de Cayetana Martínez de Irujo.
23. I WANNA GO
Introducir silbidos en una canción sin que resulten completamente insoportables exige tener un pulso de artificiero, y Max Martin salió ileso cuando los encajó en este tema de europop disfrutón y anfetamínico en cuyo vídeo los más observadores podían encontrar un avance de la secuela de Crossroads.
22. (YOU DRIVE ME) CRAZY
Hubo un brevísimo espacio de tiempo en el que Britney y Melissa Joan Hart fueron igual de famosas. Lo justo para aparecer juntas en el vídeo de este tema discotequero y cargado de cencerros que continuó cimentando la imagen de Spears como esa chica sencilla que solo necesitaba dos cosas para pasárselo bien: música para bailar y su gel fijador efecto mojado.
21. MY PRERROGATIVE
Con cuatro discos a sus espaldas, Britney ya tenía material suficiente para lanzar un grandes éxitos que hiciera honor a ese nombre. Y lo presentó con esta versión de un tema de Bobby Brown cuya letra se ajustaba como un traje de látex rojo a la situación de la propia Spears, que por esa época ya empezaba a hartarse del acoso de los paparazzi. Debido a una lesión se vio obligada a sustituir sus habituales coreografías por sensuales contoneos de hombros y cabeza, truco que sigue usando a día de hoy.
20. BREAK THE ICE
Cuesta imaginarlo al escucharla, pero Britney grabó este homenaje al sudor y la carnalidad de sonido futurista y bakala embarazada de 8 meses. Que aprendan otras.
19. OVERPROTECTED
Britney se despedía del sonido teen que la catapultó a la fama con esta última incursión en el género que podía entenderse como una petición de auxilio a través de la radio. La remezcla en clave R&B de Rodney Jerkins fue el puente que la llevó a terrenos artísticos mucho más interesantes y y a pantalones con la cintura mucho más baja.
18. PERFUME
La imagen de una tienda de electrodomésticos en la que de repente se ponen en marcha a la vez todas las cafeteras, impresoras, secadores y microondas es la que mejor define el sonido de Britney Jean, su disco maldito. La excepción era esta balada compuesta por Sia. Su vídeo, una historia de asesinos a sueldo con final trágico, sufrió un remontaje de última hora que le dio un tono mucho más convencional en el que la protagonista pasaba a ser la nueva fragancia de Britney, Fantasy. Todo muy oportuno.
17. BOYS
Con este tema Britney pasó el bautismo de fuego imprescindible para entrar a formar parte de la realeza del pop, el mismo que también superaron Madonna o Beyoncé: grabar un vídeo con Austin Powers. Y no era el único que hacía un cameo: también estaba por allí Pharrell Williams, una cara por entonces desconocida que aún no sabíamos que nos hartaríamos de ver. A cambio, Britney aparecía en la película y al final de su escena le reventaba la cabeza.
16. SOMEDAY (I WILL UNDERSTAND)
En 2005 Britney anunció que se retiraba temporalmente de la música, protagonizó su propio reality, anunció que volvía a la música, publicó un EP y tuvo un bebé. También sacó tiempo para grabar esta canción, una balada sobre amor y maternidad en la que por primera vez sonaba cercana, auténtica y relajada. Y era tan bonita que se lo perdonamos.
15. ME AGAINST THE MUSIC
Tras El beso de la muerte de los premios MTV Madonna decidió seguir adelante con su madrinazgo/mal de ojo y colaborar con Britney en este número funk que evoca a Prince y a Janet Jackson. No estaba nada mal, pero las expectativas eran tan altas que resultó una pequeña decepción. Tal vez por eso Britney prefirió pasar cuando los productores de la canción le ofrecieron su nuevo tema, lo que hizo que tuvieran que buscar a una artista menos famosa para que cantara... Umbrella. Pero eso ya es otra historia (y ya te la hemos contado aquí).
14. STRONGER
Las bocinas que suenan al principio de esta canción anunciaban aires de cambio en la carrera de Britney: se acabaron las skechers, los colores saturados y los bailes en la playa, bienvenidos los pantalones de cuero, las coreografías agresivas y un sonido más moderno y adulto. Ah, y la famosa silla. Bienvenida tú también.
13. WORK BITCH
Las críticas a sus limitadas capacidades vocales han sido una constante en la carrera de Britney. Su respuesta fue este tema de EDM en el que prácticamente ni se molesta en cantar, limitándose a locutar con acento británico una serie de órdenes sobre una base de tecno gorilero. Consiguió así no solo hacer funcionar la rima bikini/martini/lamborghini, sino facturar la canción de gimnasio definitiva y dar carpetazo a un estilo que llevaba años campando a sus anchas por las radios. Y no podemos agradecérselo lo suficiente.
12. EVERYTIME
Cuando rompieron, Justin Timberlake le contó a la prensa que Britney no era virgen ("lo sé de primera mano") y en el vídeo de Cry Me a River usó a una doble de ella para decirle al mundo que esta le había sido infiel. La respuesta de Britney fue esta delicada balada, compuesta por ella al piano, en la que le pedía perdón por todo el daño que le hubiera podido causar. Va a ser verdad lo de que las chicas maduran antes.
11. BORN TO MAKE YOU HAPPY
La melodía de esta canción es tan brillante que ni una producción noventera en el peor de los sentidos, ni una letra que hoy sería inaceptable ni sus mechas en el vídeo logran arrastrarla consigo al infierno de los singles olvidados. Un triunfo.
10. CIRCUS
Britney abandonaba definitivamente el papel de payaso triste para convertirse de nuevo en la directora de su coliseo personal con un single impecable de pop sin subterfugios. La producción consigue transmitir una sensación de peligro y amenaza constante muy similar a la que debe de sentir la propia Britney cada vez que se acerca al Starbucks.
09. DON’T LET ME BE THE LAST TO KNOW
La conversión de Britney en el prototipo universal de la artista pop conllevó que una gran variedad de artistas, tanto emergentes como consagrados, la tuvieran a ella en mente cuando querían componer un tema de éxito. Uno de los mejores es este medio tiempo compuesto por Shania Twain, que curiosamente y a pesar de su regusto neo-country no se promocionó en EE.UU. El vídeo de Herb Ritts y su bikini de crochet aportan dos puntos extra.
08. PIECE OF ME
Es gracioso que de la letra más directa y personal de Britney ella no escribiera ni una palabra. "No entiendo qué hay de malo en trabajar y ser madre", recita con voz hastiada sobre una base de lo que parecen cadenas arrastrándose por el suelo. La sueca Robyn le da la réplica en el estribillo de uno de sus éxitos mas improbables, modernos y estimulantes.
07. WOMANIZER
Apenas un año después de su muy pública hecatombe personal Britney regresaba bajo la tutela legal de su padre, con una sonrisa permanente y una nueva y flamante melena; todo había vuelto a la normalidad y la maquinaria se ponía de nuevo en marcha. Y de qué manera: Womanizer son siete minutos de pop reluciente embutidos en tres y medio que le dieron su segundo número 1 en EE.UU., casi diez años después de …Baby One More Time y que iniciaron su segunda edad de oro cuando ya todos la habíamos dado por muerta.
06. OOPS I DID IT AGAIN
¿Para qué arreglar algo que no está roto? Britney presentaba su segundo disco con un …Baby One More Time elevado al cuadrado: el coro griego, el ritmo sincopado y los balbuceos sexys seguían ahí, pero esta vez la acción se trasladaba de un instituto de Los Ángeles a la superficie de Marte y los coleteros se convertían en un mono rojo mitad dominatrix, mitad teletubbie que ya es patrimonio de la humanidad.
05. GIMME MORE
El alud provocado por su infausta actuación en los premios MTV casi entierra por completo el tema que presentaba, una canción oscura y sofisticada con un estribillo tan desconcertante como adictivo, que diez años después sigue sonando a vanguardia y que empezaba con las que probablemente sean las tres palabras más importantes del S. XXI. Del vídeo ya hablamos otro día, si eso.
04. …BABY ONE MORE TIME
Britney apareció en nuestra vidas no con un gemido, sino con una explosión: con un tema que TLC había rechazado por encontrarlo demasiado adolescente, algo que una Britney de 16 años supo convertir en una ventaja. Un vídeo con el que los chavales podían identificarse y los mayores tocarse terminó de convertirlo en un clásico intergeneracional; y es que tres notas de piano son suficientes para que cualquier habitante del planeta Tierra reconozca esta canción.
03. I’M A SLAVE 4 U
La canción que inauguró oficialmente el Siglo XXI fue este tema originalmente compuesto para una Janet Jackson que por entonces estaba más interesada en sonar a Britney y que supuso su definitivo paso a la edad adulta. La base minimalista e hipnótica, cortesía de Chad Hugo y Pharrell Williams, no se parecía a nada de lo que estaba sonando en la radio en ese momento y adelantaba el sonido que marcaría el resto de la década y parte de la siguiente.
02. TILL THE WORLD ENDS
Toda una carrera dedicada a la investigación de las propiedades terapéuticas del baile dio lugar en 2011 a este himno al escapismo compuesto por Kesha y Dr. Luke cuando aún no se peleaban en los tribunales. La producción deslumbrantemente sucia y el coro de hooligans del estribillo invitan a apurar la copa y salir a la pista; cuando, hacia el minuto 3:00, la música desaparece con un chispazo para volver a emerger lentamente de las profundidades, Britney es Godzilla y nuestro cerebro, Japón. Si las señales son ciertas y el mundo va a acabarse en 2017, que sea así.
01. TOXIC
Tiene narices que la canción más Britney de todas las canciones de Britney estuviera en realidad compuesta para Kylie Minogue. Pero es difícil imaginar a la diminuta diva australiana soportando sobre sus delicados hombros esta frenética amalgama de cuerdas bollywoodienses, guitarras surferas y sintetizadores a 500 revoluciones por minuto que le dio a Britney su primer (y único) Grammy y a nosotros una canción que podemos pedir en la fiesta más estirada, el bar más guarro o en la boda de la prima Conchi sin que el dj nos mire con cara de odio. Legendaria.
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Vanity Fair / Editado: Cultura Britney / Foto: Google Image / +
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